martes, 3 de diciembre de 2013

LA GENTE QUE NO TIENE DIGNIDAD


Los que permiten que los programas surjidos de las bases del pueblo, de los movimientos sociales sean eliminados y marginados por tan solo tener o cuidar un cargo y seguir los lineamientos de su jefe inmediato, los que permiten que se usurpe impunemente el sentido vital y verdadero de lo que quería el sueño colectivo, y lo cambian por la interpretación que más le conviene o se amolda a su comodidad de funcionario, cambiandolo a solo un evento coyuntural o a una exhibición de frases, trajes y cosas...Sin tomar en cuenta la historia y todo un recorrido que se ha dado desde que comenzó el Proceso Bolivariano.

Que grande les quedó la Revolución Bolivariana, hasta allí llegaron, no dan para más por sus propias miserias, por su inmenzo egoísmo e hipocrecia, en los momentos de crisis y cuando parecia que se derrumbaba todo, cambiaron su dignidad para convertirse en lo que eran antes de la Revolución: en oportunistas y estafadores de la palabra, del discurso y de los camaradas, cambiaron su dignidad a locha, tal vez siempre fueron así y nosotros creíamos que nos acompañaban en las luchas y en la intencionalidad de ver y de crear vainas nuevas...

Lo hicieron bajo el chantaje de perder el sueldo, y se acoplaron a quien les garantizara seguir viviendo del rentismo, sin tomar en cuenta principios, derechos constitucionales, trayectoria socio-política, vendieron su dignidad como si no estuvieramos en Revolución, se traicionaron a si mismos pensando que nos dejaban a atras o nos relegaban a un lado, como lo hace la concepción clásica del poder, instalada en las geografías de abajo, y en el pueblo pobre enajenado y colonizado. Solo pensaban en salvarse ellos en vez de salvarse con el colectivo, de allí el dicho de que cuando el barco empieza a hundirse empiezan a salir las ratas...

Simplemente se apropiaron del discurso para llevar un traje con él, para justificarse ante los ojos de quienes con su presencia sola le interroga o le incomoda, porque creen que con la escuela política que practican pueden seguir aparentando y engañando, como si aqui no hubiera pasado nada, o como si fueramos pendejos por el solo hecho de carecer de niveles de “calidad de vida” elevados o de clases medias mojoneadas...

Diariamente se escucha por todos lados, las argumentaciones y las excusas, las justificaciones de la gente sin dignidad, ya sean del lado nuestro o del lado que adversa el chavismo, en donde cada quien se asume desde el punto de vista del poderoso, pareciera que los “pela bolas” ya sean asalariados del sistema público o privado, ya sean “pela bolas” de clase media, no tuvieran siquiera una perspectiva analítica de lo que está sucediendo, todo se resume a caprichos, a porque “me da la gana”, a las hambres de capitalismo de cada quien, a la ansiedad de la compra sin límites, el deseo de verse incluido o reflejado en ese espejo, en esa imagen, sin reflexión ni visión de país, de colectivo, de mundo, a tal punto esta perdiendo la gente su dignidad, que en vez de ser digno, es cada vez más esclava de la tecnología, de lo que le ofrecen o lo que quisiera tener por el solo hecho de tener.

Un miedo o una indiferencia a liberarse, una ignorancia a conveniencia que abruma, mientras quienes tienen cargos se contentan con practicar el reformismo y la retórica sin comprometerse o matarse mucho por generar rupturas que ayuden a las iniciativas populares, respondiendo unicamente si éstas les sirven o son funcionales a tal ministerio, a tal institución o tal lineamiento impuesto de arriba.

A que punto de degradación ha llevado el capitalismo a las sociedades y a los individuos, en la cual miles están dispuestos a perder su dignidad, lo celebran y hasta le colocan adornos y sonrizas a su propia máscara. Escalar, tener importancia, sentirse “alguien”, pareciera que tuviera el requisito fundamental de perder la dignidad, cuando la persona voltea, solo quedan ruinas de lo que fué, el poder lo ha transformado en una persona despreciable, ruín, miserable, falsa, creída y soberbia...incluso las personas “pela bolas” que nunca llegan a tener el poder realmente, pero se sienten identificad@s con él...

A la final se roba el espíritu para terminar lejitimando el poder de turno, el cargo de turno, he allí el caso de muchos funcionarios que actuan con un discurso robado, unas ideas robadas y convertidas luego a sus intereses, practicamente que es un atentado a la dignidad colectiva que construyó esas ideas, ese discurso, ese pensamiento en base a procesos y practicas revolucionarias surjidas durante estos años de Revolución.

Lo que asombra entonces es esta capacidad de la conciencia capitalista de mimetisarse y de presentarse con los vestidos que le dicen combatir o contraponer, ya sea desde la básica sobrevivencia o de los aparatos ideológicos bien organizados y definidos para manipular emocionalidades, la mente y las conductas, con todas las armas y mecanismos que posee.