Es una Serie de escritos dedicados a dar otra perspectiva de lo que significa nuestra parte originaria, para mostrar que no existe una desvinculación tal como se suele pensar, entre quienes se autodenominan o se reconocen “mestizos” o “criollos”, y lo que generalmente se nombra distante, allá, separado de nosotros, como pueblos “indígenas”, como una cultura o un conjunto de culturas y pueblos, muchas veces tratadas como extrañas y ajenas al común de la gente de las ciudades y de las poblaciones urbanas.
Por una parte el termino ABYAYALANO configura una relación más estrecha con lo que tiene que ver con los orígenes, los legados ancestrales, y una cercanía por lo tanto a las simbologías y a las enseñanzas de nuestros antepasados, para lograr una mejor sociedad, en equilibrio consigo misma y con el ambiente. El termino “Abyayalano” busca el nombrarnos desde nosotros mismos, superando la definición “indigena” impuesto por el invasor, el cual fue el calificativo que ellos establecieron desde el lenguaje de la dominación.
Nosotros, el pueblo venezolano, como legitimo heredero de su rostro autóctono y originario, con diversidades a lo largo de su territorio, como colectivo de gentes debemos sentirnos orgullosos de ello, de expresar sin complejos étnicos lo que somos, reconociéndonos en lo que hemos construido históricamente, mucho antes de la llegada Europea, y en estos últimos 518 años de Liberación Nacional, de Emancipación frente al invasor colonialista, capitalista y transnacional.
Retomar el espíritu de Nuestra tierra, el vinculo con ella y nuestro Rostro Originario, es fundamental para fortalecer la identidad y enfrentar la transculturización, desterrar la enajenación y descolonizar la conciencia y la sociedad.
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