La Revolución Bolivariana ha sido finalmente la experiencia de ver como unos oportunistas fingiendo obediencia absoluta al líder supremo (Chávez), se hacen con el poder del Estado y terminan por traicionar los postulados y los principios que le dieron origen a un proceso social que apuntaba a la “Suprema Felicidad Social”, ha sido la desolación, la decepción de ver como a través del manejo del discurso aprendido del nacionalismo, del bolivarianismo, del socialismo logran mantener y vivir de un mito, una leyenda heroica, para su propio beneficio y culpar a los demás venezolanos que nos damos cuenta de la trampa y el engaño, no solamente semántico sino de la estafa ideológica, la manipulación perversa con el hambre(CLAP, CARNET DE LA PATRIA), y señalar a quienes no están deacuerdo de “traidores de la patria”, el “patriotismo” de maduro llevado a su máxima expresión para que otros mueran por él o por su grupo, o los grupitos que le rodean.
Llevar a los venezolanos a una situación insostenible, y de extrema desesperación, a degradarse para que ellos disfruten de las mieles del poder, con la mayor irresponsabilidad de cualquier politiquero partidista, revelan que al gobierno no le importó ni previó el actual escenario, dejó pasar, dejó hacer, porque la prioridad del grupo de maduro y quienes le rodean era (y sigue siendo) controlar y robarse el inmenso caudal de dólares que deja un Estado rentista petrolero, y ahora que ven las causas gravísimas de su gran desfalco no hayan cómo resolver el problema social, y se desmorona la república por todos lados, se desangra nuestro país económicamente y socialmente.
Chávez creyó que los podía controlar, resultó ser que terminaron ellos imponiéndose con las consecuencias que hoy todos conocemos, un nicolas maduro que hasta hace poco era simplemente un chofer de autobús, pobre como nosotros, gracias a sus habilidades y astucias para el engaño y la oratoria (o la mitomanía) logró que el Comandante lo elevara a presidente, sin ningún merito ni virtud especial para ello, más que obedecer como canciller lo que el líder le mandara.
La Historia de como llegó a ser presidente “nicolas maduro” es la historia de la traición y la burla al Pueblo Bolivariano de Venezuela, es la historia de como se crea una nueva élite en el poder a costa de la destrucción de los sueños de una nación, de sus gentes, de su cultura, es la historia del descaro de cómo se enriquece una nueva elite mientras miles de compatriotas han tenido que comer de la basura o salir del país para poder sobrevivir.
Llevar a los venezolanos a una situación insostenible, y de extrema desesperación, a degradarse para que ellos disfruten de las mieles del poder, con la mayor irresponsabilidad de cualquier politiquero partidista, revelan que al gobierno no le importó ni previó el actual escenario, dejó pasar, dejó hacer, porque la prioridad del grupo de maduro y quienes le rodean era (y sigue siendo) controlar y robarse el inmenso caudal de dólares que deja un Estado rentista petrolero, y ahora que ven las causas gravísimas de su gran desfalco no hayan cómo resolver el problema social, y se desmorona la república por todos lados, se desangra nuestro país económicamente y socialmente.
Chávez creyó que los podía controlar, resultó ser que terminaron ellos imponiéndose con las consecuencias que hoy todos conocemos, un nicolas maduro que hasta hace poco era simplemente un chofer de autobús, pobre como nosotros, gracias a sus habilidades y astucias para el engaño y la oratoria (o la mitomanía) logró que el Comandante lo elevara a presidente, sin ningún merito ni virtud especial para ello, más que obedecer como canciller lo que el líder le mandara.
La Historia de como llegó a ser presidente “nicolas maduro” es la historia de la traición y la burla al Pueblo Bolivariano de Venezuela, es la historia de como se crea una nueva élite en el poder a costa de la destrucción de los sueños de una nación, de sus gentes, de su cultura, es la historia del descaro de cómo se enriquece una nueva elite mientras miles de compatriotas han tenido que comer de la basura o salir del país para poder sobrevivir.
Nosotros no apoyamos una Revolución para que se montara ni se estableciera una nueva elite, tan igual o peor que la anterior.
