Que hasta la emotividad de la pareja se vende para conseguir un teléfono móvil…que llenes tu hogar de celulares, hechos de minerales como el Coltán, que lo sacan del Congo, y por el cual se realizan matanzas, genocidios que le cuesta la vida a miles de niños, hombres y mujeres, una despiadada y eterna guerra civil, que ha degenerado en facciones que combaten por el control de las minas, la extracción de diamantes y otras “piedras preciosas”.
Para las empresas de celulares, cada quien tiene su día, y cada día es una oferta, sea del padre, del, hijo, de la madre, de los enamorados, del guevo y de la pendejada.
Mensajes que resuenan en la cabeza, “comprar” o “compre” conceptos como “Todopoderoso”, el tan nombrado y repetido “éxito”, comerciantes de sueños como el IUTA, los promotores de la “demanda laboral” para que seas trabajador de alguien, el gran negocio de alguien, incitan a la obsesión de que ganes dinero y que te sientas mal si no hallas dicho papel, que te deprimas si no tienes dinero, que te encuentres cercado por el régimen de trabajo y que desees por voluntad propia a aceptarlo, tal cual es, obediente y sumiso, una mera pieza operativa con pies y manos, sin pensamiento, es decir, que asumas tu mismo voluntariamente tu esclavitud bajo el régimen de la “propiedad privada” y que defiendas al patrón que te da “trabajo” o “fuentes de empleo”. Tu futuro lo tienen otros “Esta en el IUTI” no lo tienes tu, ni puedes decidirlo aparentemente, otros te lo ofrecen, ¿que arrecho verdad?, mas aún, viene una superhéroe que te lo da todo, para que juegues, una “Chica Lider”, con ella supuestamente podrás ganar, la tipa tiene unas tremendas tetas y esta “bien guena”…
En navidad te ofrecen “regalos” que en realidad tienes que “pagar” (otra perversidad del capitalismo), quieren que las compras tengan supuestamente sentimientos y que los cumplas muy feliz, o mejor dicho que creas o internalices que es la mejor satisfacción, una actividad placentera, que da felicidad.
Que te enamores gracias al celular, a la virtualidad y a las pantallas, que te enamores de los mundos de cristal, que te saques la lotería del “amor” con un triple gordo puerco y millonario, (o una gorda puerca millonaria), que será una mierda pero que a la final no importa porque tiene mucho billete.
Amores con agendas pautadas y planificadas por otros bajo ofertas telefónicas, amores planificados, es decir sin libertad ni espontaneidad, sino en forma de un paquete turístico: hotel-culo-viaje, un trinomio de la mercancía amorosa que se aprovecha de la pareja, o que más bien filma todo junto, como una película.
Nos hacen creer que realmente son necesarios para nosotros, como si fueran realmente indispensables para existir, como si no pudieras funcionar sin un internet, o una computadora, o un televisor, de tal forma que tu vida dependa de muchas complicaciones, tantas, que hasta haces de tu existencia una preocupación eterna en los accesorios, que dependas del aire acondicionado, para que después te de rinitis o quedes como mortadela congelada, que llenes tu casa de cocinas, neveras y lavadoras, línea blanca, amarilla, azul, verde, naranja, morada y violeta…Tu hogar es el lugar depositario de todos los negocios habidos y por haber que incluyen miles de cosas, los comerciantes de necesidades se sienten muy contentos si conviertes tu hogar, en un deposito, un almacén…asi nunca dejarán de tener ganancias, y especialmente, si cada quien se esmera en transformar su vida en un almacén, haciendo competencia a ver quien es más coleccionador de objetos y decoraciones.
Promocionan uniformes de escolares, de rock o de música pop, uniformes al estilo militar, al estilo medico, uniformes ejecutivos de capos, de lumpen-empresariados, uniformes de hit-hop o reggae ton, uniformes de obreros, de obispos y de administradores de la fe, comerciantes de la fe y de las religiones, hay también uniformes de Sai baba, hay uniformes de sicarios y de santos, hay uniformes para todos los tipos y todas las clases, ropajes y disfraces que cambian continuamente de cuerpos, pero que son en si lo mismo. La Opera sigue siendo la misma, lo que cambia es el interprete, las orquestas y las obras siguen siendo las mismas, lo que cambian son los instrumentistas.
Te quieren vender y asociar “seguridad” con “futuro” como si fueras una momia, quieren predecir o predeterminar el “futuro” como si fuera de alguien, de ellos o de una persona, cuando el futuro sencillamente no es de nadie, será el tiempo en que vivirán otros, de ellos dependerá si serán libre pensadores o acaso más inútiles que nosotros, nosotros cumplimos con nuestra palabra, de entregarles estos despertares, de anunciarles y de advertirles algunas claves para que se termine de derrumbar las ultimas ruinas del capitalismo, para que no intenten de tapar el hedor que produce, como síntoma de su descomposición, porque gastar energías en intentar limpiarlo y de perfumar lo podrido lo revive, en todo caso, que se vallan tras él, quienes gustan de vivir muertos, y que se queden ellos como fantasmas entre los muertos, que nosotros vamos a la vida, vamos al encuentro de lo esencial, que no necesita de nada de lo que ofrece ni promete, que se traguen sus fragancias, sus bienes, que se queden con sus slogans y sus mensajes velatorios, nosotros no inventamos el capitalismo, y por lo tanto no tenemos porque defenderlo, que se gaste y se desdibuje en su propia tumba, en lo que es impronunciable, en sus absolutismos e ideologías, que nosotros haremos de la idea una liberación colectiva y un lugar donde el lenguaje sea el corazón de la gente sencilla.
La tecnología invade su casa, y los tecnócratas a través de ella tienen mil formas de robar y de inutilizar a la gente, además quieren que celebres tu entuerto con coca-cola y que sonrías en la foto, supuestamente en la comodidad lo hallaras todo, y ese es el fin, que pases toda tu vida deseando comodidad, para que al final seas un perfecto inútil, y que además dependas de los intermediarios y los comerciantes de nuevas tecnologías, que se fabrican con nuevas variantes en forma de “actualizaciones”…nunca termina por cierto, y siempre tienes que salir a buscar sus nuevos productos…
La idea es que comas celulares, comas automóviles, comas nuevas ofertas cada vez que quieran los ofertantes, ni siquiera tienes soberanía para comer, porque otros te preparan el menú, en vez de prepararte tu mismo tu comida, de sembrarla, de regarla y de cocinarla, tu formas parte del sartén en donde te cocinarán con ingredientes preparados por científicos, laboratoritos, ingenieros, libretistas y demás preparadores o especialistas o expertos fabricadores de jaulas y de cárceles, decoradas y amuebladas a gusto.
Te invitan por eso a sus concesionarios, a sus salones y sus banquetes, a sus reuniones y cumbres, para hacerte perder tiempo, marearte, confundirte, o te invitan a sus concursos y escenarios, para que compitas entre los pesos pesados o livianos, para que te pases a su lado entre luna de mieles, seduciéndote con sus espejos y aparentes grandiosidades, clona para ello miles de productos, les coloca nombre, según por la cual frente a cualquier cosa, te hacen preguntar porqué marca, a comparar y a categorizar todo lo que llega a tus manos o lo que miras, que no es más que el totalitarismo de mirarlo todo de forma vertical, de acostumbrarte a las jerarquías, masifica entonces en cada cabeza el mismo casette, CD o programa, con un protocolo, unas pautas y unas delimitaciones, y unas alarmas externas que te vigilan… Y que dicen: “aviso, su sistema tiene virus”, extraña similitud a las alertas de “interpol” y a las etiquetas de “guerra contra el terrorismo”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario