sábado, 2 de julio de 2011

LA SOBERANÍA DESDE LA COTIDIANIDAD

Casi siempre sucede que la gente delega y entrega su soberanía en otros, deja que otros decidan, piensen y actúen por ella, se condena como los autómatas por solo quedarse en la comodidad, y en esto hasta muchos o casi todos nos convertimos en inútiles, con apenas alguna “profesión” o especialización, pero grandemente inútiles, especialistas inútiles, incapacitados para ver totalidades y relacionar o entender la dialéctica, limitados, despojados de casi total soberanía, dependemos grandemente como pueblos y gentes de los intermediarios o comerciantes de necesidades, tan limitados somos que no sabemos muchas veces encontrar respuestas y soluciones, no vivimos en la propuesta sino en la queja, no ejercitamos la creatividad sino la dependencia total ante lo que nos ofrece el sistema capitalista, negamos a los otros, a los semejantes y nos autonegamos a nosotros mismos, colocamos barreras y encontramos muros que nos impiden redescubrir las posibilidades y los caminos, la propaganda de la industria cultural intenta seguir convenciendo a las “masas” del determinismo y de la linealidad condicionante, para que la gente se resigne sin inventar o ensayar las sencillas cosas, que desde lo cotidiano pudieran ir configurando otras formas de convivencia y de practicas sociales que le den al pueblo, alternativas reales y palpables de su propia liberación, más allá de partidos, jefes o jerarquías, posibilidades que vayan más hacia el autoabastecimiento, el autosustento, y hasta el autogobierno, la horizontalidad y las decisiones colectivas desde abajo, retomar pues el espíritu constituyente, la democracia directa y participativa…

Aquí se dejan algunos puntos para tomar en cuenta a la hora de pensar la soberanía desde lo cotidiano, la soberanía de las gentes, como forma de autogobernarse y de autonomía frente al gran capital, el omnipresente libremercado, el totalitarismo y el absolutismo de esta globalización neoliberal, que nos usurpa todos los días humanidad y diversidad de vida planetaria, un totalitarismo que ejercen sobre los pueblos las corporatocracias, sus tecnócratas y sus transnacionales.

Programa de acción:

1.- Promover y llevar a cabo la siembra agroecológica junto a los vecinos, amigos y allegados, para sembrar en los patios de las casas, las escuelas, en los lugares urbanos y suburbanos y en el campo por supuesto, como medida ante una posible hambruna generada por escases de alimentos, acaparamiento o sabotaje alimentario o económico de los distribuidores y de las empresas encargadas (en manos mayoritariamente de la contrarrevolución en Venezuela). Soberanía alimentaria y salud en todos los sentidos a través de la buena alimentación y el autoabastecimiento por casa, por cuadra y por comunidad de los alimentos.

2.- promover y alentar en el pueblo la construcción y uso de la tecnología popular, la construcción de generadores caseros movidos por bicicletas o paneles solares caseros para obtener energía eléctrica, ante cualquier sabotaje en el suministro de la electricidad (porque el sistema de distribución por cable hace vulnerable a la gente ante cualquier corte de luz). Autonomía por casa del consumo eléctrico sin necesidad de pagar la luz.

3.-Difundir en el pueblo el concepto y los principios de la interculturalidad como practica en la cotidianidad.

4.- seguir produciendo libros, ensayos y publicaciones que eleven la conciencia social y el entendimiento y comprensión de la realidad, asi como también fortalezcan la memoria histórica y los procesos identitarios (abyayalanismo-afrodescendencia)…

5.- difundir en el pueblo las posibilidades de autoconstrucción de viviendas apartadas del bloque y del cemento, cómo hacer viviendas ecológicas y con materiales ligeros, utilizando técnicas ancestrales de construcción: barro, caña, palafitos, churuatas, bahareque, shabonos, bohíos, etc…

6.- Dar herramientas para que la gente construya o elabore artesanalmente la ropa, cómo hacerse sus alpargatas o zapatos, sus camisas, pantalones, mapires y otras indumentarias.

7.-seguir profundizando en la comunicación popular y alternativa, el uso de nuestros símbolos ancestrales, petroglifos y pictogramas como descolonización ante los símbolos de la propaganda y la publicidad del libremercado, emplear el arte y las obras de nuestros cultores para dar otras alternativas visuales y musicales que desplacen la omnipresencia del mundo de las mercancías y de la compra-venta.

8.- Profundizar en la conciencia ecologista y de convivencia con la pachamama o madre tierra, incentivar e ir practicando la cultura del reciclaje para minimizar los efectos nocivos sobre el ambiente.

9.-Concretar el proyecto del maestro Simón Rodriguez y la ESCUELA SOCIAL, como epicentro de la formación del pueblo y la soberanía económica, el desarrollo endógeno.

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