Breves
reflexiones en una comuna en construcción-Valles de Tucutunemo
Expedición
Simón Rodriguez con los hermanos de Argentina y Uruguay
Algunas
impresiones sobre la realidad comunal
Esta vez escribiré un poco sobre la comuna, aunque tengo poco
tiempo de haberme incorporado a la comuna de los valles de
Tucutunemo, siguiendo los avances y los niveles organizativos
alcanzados hasta ahora, pude visualizar, observando y conociendo poco
a poco el contexto, puedo decir que las comunas como gobierno y
organización territorial del pueblo y del poder popular, todavía
está naciendo, es decir su estado actual es el de un comienzo que
tiene como finalidad una nueva sociedad, y como decía el “Che”,
el hombre y la mujer nueva, Y desde el legado de Simón Rodriguez el
nuevo republicano y el bien común.
Sin embargo, la comuna como experiencia real apenas está
naciendo, por lo que necesita mucho más trabajo e impulso
revolucionario, para irse transformando cada vez más en un
autogobierno autogestionario, como parte de un Estado Comunal que
trasciende el Estado Burgués, que todavía predomina en las
estructuras de nuestros países y configura las burocracias de los
gobiernos y sustenta los poderes que de una manera u otra siguen
siendo funcionales a las corporaciones y al gran capital.
Hablamos entonces de una comuna que cada vez más vaya logrando
autogestión, autoabastecimiento, soberanía alimentaria, sin
transgénicos y desmontando progresivamente el modelo agroindustrial;
por lo cual se puede decir que tenemos que construir una comuna que
produzca muchas cosas que ella misma consuma o realmente necesite, en
donde la gente participe en los proyectos, cree más empresas de
Propiedad Social y Empresas Socialistas que fortalezcan la soberanía
desde la cotidianidad.
Combinar la Educación Liberadora, el programa EPDCUE, manos a la
siembra, (y otros), con las iniciativas de crear o impulsar una
comuna productiva, en el marco del Socialismo Bolivariano, el
Proyecto de País, para generar a través de la educación una
Revolución económica y que a la vez supere la mentalidad rentista
del venezolano es una necesidad.
Existen en la Comuna varias experiencias en donde el pueblo ha
dado pasos importantes en sus formas y maneras de ser más autónomos,
es el caso de la empresa de propiedad social de transporte, las
bloqueras y la recuperación de tierras para los campesinos, sin
embargo hay que reconocer que aún nos falta mucho más para lograr
un desarrollo endógeno, nos falta todavía con mayor profundidad la
concreción en la práctica del nuevo currículum comunal. Todavía
puede percibirse infraestructuras en estado de abandono pero que
estamos poco a poco recuperando, como es el caso de la gerogranja,
así como también puede verse aún la vieja estructura escolar y la
escolarización funcionando a plenitud, espacios, contextos e
imaginarios que están por transformar en esto de construir el
Socialismo y expresar en nuestras cotidianidades esto de ser un país
“multiétnico y pluricultural” (Preámbulo de la CRBV).
De la Juntura con los hermanos de Argentina y Uruguay
Del compartir de los camaradas argentinos pude escuchar
intervenciones como cuando estuvimos en la sala de batalla social,
que expresaban: “Los Argentinos mirábamos más a Europa y a los
libros que a nuestros paisanos”, así como un entusiasmo por la
Perspectiva Latinoamericana-Abyayalana, de la construcción tanto
práctica y discursiva desde nuestros referentes y legados
nuestroamericanos liberadores. En uno de los debates que dimos en la
Escuela del Espinal, yo resaltaba que somos, más allá de maestros
que reciben un sueldo del ministerio o de instituciones públicas del
Estado, MAESTROS DE LA REVOLUCIÓN, maestr@s
comprometidos con la Revolución Bolivariana, y con los procesos
emancipatorios del continente, de allí la importancia y la necesidad
de una educación descolonizadora, rodrigueana y nuestramericana.
En nuestras conversaciones en la dinámica de la ruta de la
comuna, llegamos a cuestionar los estereotipos del niño Johnson,
Gerber y Pamper, asi como también el reconocer que “el capitalismo
transpira a través de todos sus poros”, aún en pleno Proceso
Bolivariano, tanto en la ciudad como en el campo. En otra oportunidad
en una de esas echaderas de broma, criticando las expresiones
machistas, una compañera argentina dijo que esas actitudes eran
“machista-leninista”.
En nuestra lectura y conversa sobre el Jagüey, el camarada Daniel
lo definió como un “instrumento de comunicación y
autotransformación”. También hubo una breve controversia en la
plenaria que hicimos en cuanto a la discusión de la dicotomía entre
Saber Popular y la Academia.
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