viernes, 15 de febrero de 2013

UN JAGÜEY POR LOS CAMINOS DE TIERRA Y DE ARCILLA


Breves reflexiones en una comuna en construcción-Valles de Tucutunemo
Expedición Simón Rodriguez con los hermanos de Argentina y Uruguay
  

Algunas impresiones sobre la realidad comunal


Esta vez escribiré un poco sobre la comuna, aunque tengo poco tiempo de haberme incorporado a la comuna de los valles de Tucutunemo, siguiendo los avances y los niveles organizativos alcanzados hasta ahora, pude visualizar, observando y conociendo poco a poco el contexto, puedo decir que las comunas como gobierno y organización territorial del pueblo y del poder popular, todavía está naciendo, es decir su estado actual es el de un comienzo que tiene como finalidad una nueva sociedad, y como decía el “Che”, el hombre y la mujer nueva, Y desde el legado de Simón Rodriguez el nuevo republicano y el bien común.

Sin embargo, la comuna como experiencia real apenas está naciendo, por lo que necesita mucho más trabajo e impulso revolucionario, para irse transformando cada vez más en un autogobierno autogestionario, como parte de un Estado Comunal que trasciende el Estado Burgués, que todavía predomina en las estructuras de nuestros países y configura las burocracias de los gobiernos y sustenta los poderes que de una manera u otra siguen siendo funcionales a las corporaciones y al gran capital.

Hablamos entonces de una comuna que cada vez más vaya logrando autogestión, autoabastecimiento, soberanía alimentaria, sin transgénicos y desmontando progresivamente el modelo agroindustrial; por lo cual se puede decir que tenemos que construir una comuna que produzca muchas cosas que ella misma consuma o realmente necesite, en donde la gente participe en los proyectos, cree más empresas de Propiedad Social y Empresas Socialistas que fortalezcan la soberanía desde la cotidianidad.

Combinar la Educación Liberadora, el programa EPDCUE, manos a la siembra, (y otros), con las iniciativas de crear o impulsar una comuna productiva, en el marco del Socialismo Bolivariano, el Proyecto de País, para generar a través de la educación una Revolución económica y que a la vez supere la mentalidad rentista del venezolano es una necesidad.

Existen en la Comuna varias experiencias en donde el pueblo ha dado pasos importantes en sus formas y maneras de ser más autónomos, es el caso de la empresa de propiedad social de transporte, las bloqueras y la recuperación de tierras para los campesinos, sin embargo hay que reconocer que aún nos falta mucho más para lograr un desarrollo endógeno, nos falta todavía con mayor profundidad la concreción en la práctica del nuevo currículum comunal. Todavía puede percibirse infraestructuras en estado de abandono pero que estamos poco a poco recuperando, como es el caso de la gerogranja, así como también puede verse aún la vieja estructura escolar y la escolarización funcionando a plenitud, espacios, contextos e imaginarios que están por transformar en esto de construir el Socialismo y expresar en nuestras cotidianidades esto de ser un país “multiétnico y pluricultural” (Preámbulo de la CRBV).

De la Juntura con los hermanos de Argentina y Uruguay

Del compartir de los camaradas argentinos pude escuchar intervenciones como cuando estuvimos en la sala de batalla social, que expresaban: “Los Argentinos mirábamos más a Europa y a los libros que a nuestros paisanos”, así como un entusiasmo por la Perspectiva Latinoamericana-Abyayalana, de la construcción tanto práctica y discursiva desde nuestros referentes y legados nuestroamericanos liberadores. En uno de los debates que dimos en la Escuela del Espinal, yo resaltaba que somos, más allá de maestros que reciben un sueldo del ministerio o de instituciones públicas del Estado, MAESTROS DE LA REVOLUCIÓN, maestr@s comprometidos con la Revolución Bolivariana, y con los procesos emancipatorios del continente, de allí la importancia y la necesidad de una educación descolonizadora, rodrigueana y nuestramericana.

En nuestras conversaciones en la dinámica de la ruta de la comuna, llegamos a cuestionar los estereotipos del niño Johnson, Gerber y Pamper, asi como también el reconocer que “el capitalismo transpira a través de todos sus poros”, aún en pleno Proceso Bolivariano, tanto en la ciudad como en el campo. En otra oportunidad en una de esas echaderas de broma, criticando las expresiones machistas, una compañera argentina dijo que esas actitudes eran “machista-leninista”.

En nuestra lectura y conversa sobre el Jagüey, el camarada Daniel lo definió como un “instrumento de comunicación y autotransformación”. También hubo una breve controversia en la plenaria que hicimos en cuanto a la discusión de la dicotomía entre Saber Popular y la Academia.

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