El Capitalismo
nos deja como saldo un pocotón de entuertos, discapacitados, delincuentes,
lacras, charlatanes, mitómanos, estafadores, heridos, muertos, infelices,
drogos, narcotraficantes, matones, mercenarios, y una gran cantidad de gente
enferma del cuerpo y de la mente, nerviosa, ezquizofrénica, paranóica,
violenta, egoísta y por su puesto en la cresta de la ola de todos los males
sociales, la famosa CORRUPCIÓN, tal es el precio que tenemos que pagar como
pueblo y como gente trabajadora, dependiente de un salario, para que los
capitalistas saquen sus cuentas, engorden sus bancos o solo se preocupen en
COMERCIAR o “PRODUCIR” pero para beneficio de su negocio, no para ningún país
ni mucho menos para el bien común o el bienestar general. Es decir los tipos
además de robarnos una parte considerable del trabajo que realizamos por ser
ellos los dueños o administradores de los medios de producción o de las minas,
sean estas fábricas o locales, suben los precios oradando el salario mínimo con
la especulación y el desabastecimiento artificial, y de paso nos dejan aquel
drama social, junto a la basura y la contaminación ambiental.
Si la corrupción
como todas las demás cosas que detestamos en el cuerpo social enfermo, como el
grado de degradación total de la sociedad en que vivimos, de la llamada “ética”
y de los “valores” o la falta de mística o de principios sociales como
consecuencia directa de las relaciones de producción capitalista, y de las
relaciones humanas enajenadas que se manifiestan alrededor de esa dinámica
perversa del movimiento de mercancias, se puede concluir que la lucha contra la
“corrupción” atacando las consecuencias o lo ya visible como producto de la
enfermedad es como la medicina alopática, que te alivia el dolor pero no te
cura, ocacionando que el problema se agrave más adelante, colocando parches en
vez de quitar el tumor de raíz, que equivaldría a seguir haciendo Populismo
Reformista y retórico en vez de Revolución verdadera...
Para romper con
el cerco económico golpista que se cierne en contra del país, se tendría que
orientar la educación y las escuelas como nucleos endógenos-culturales
productivos, centros de autoabastecimiento y de talleres semi-industriales en
donde se conjugue el conocimiento práctico con todas las áreas curriculares, de
ciencia, física, matemática, nutrición, gastronomía, bien se puede tomar como
ejemplo la propuesta que Simón Rodriguez dejaba para la posteridad en Latacunga-Ecuador,
cuando indicaba que en las escuelas tendría que haber “Maestranzas” en donde se
combinara herrería, carpintería, porque con “tierra, madera y metales” se hacen
todas las cosas, y a su vez es la base para otras actividades de manufactura,
La “Escuela Social” que Rodriguez propone, y lo que sería una escuela
autosuficiente, generadora de ingresos y de servicios a la comunidad, capaz de
dar al Estado en vez de depender de la administración pública, sería por lo
tanto una Escuela y una Educación Productiva, muy diferente a la realidad que
todavía se impone, donde el sistema educativo que tenemos actualmente, sigue
siendo rentista e improductivo, llegando incluso a niveles de desidia en
algunos Estados.
Paralelamente a
la Revolución Económica que debería comenzar por la Educación Popular, se
tendría en formación permanente a todo el pueblo, para que los principios
sociales guíen la actividad económica y no se pervierta en lo que ya ha pasado
en otras experiencias socialistas, en donde el afán de producción descuidó lo
educativo, lo cual con el tiempo fué dejenerando hasta llegar en una
reproducción del capitalismo salvaje de libre mercado. (ver el caso de la Unión
Soviética y de China)...
Es así que la
“Corrupción” solo será derrotada por los Principios Sociales que estemos
formando ahorita, de los ejemplos concretos que estemos impulsando para
imaginar una sociedad diferente, de las experiencias transformadoras que tiene
el pueblo para darle espíritu y fuerza a la Revolución Bolivariana.
Nota: Leer el Proyecto
de Educación Popular que Simón Rodriguez tuvo en Chuquisaca como Director
Económico, otra fuente de incalculable valor a tomar en cuenta a la hora de
poner en marcha una Revolución Económica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario