jueves, 1 de julio de 2010

SOMOS UN INSTANTE, APENAS UN SUSURRO EN EL TIEMPO

Somos pasajeros
Circunstanciales
hay quienes piensan permanecer eternos e inmutables
Se aferran a los cargos, buscan ser nuevas elites
creen que pueden poseer y ser dueños de todo

Piensan que nada debe cambiar para mantener sus propios intereses
para hacer perdurar el poder y la hegemonía
su exigua existencia solo se transa en escalar
en pertenecer a una jerarquía
un selecto grupo

creen que el orden que tanto defienden y se esmeran en decorar
va a durar para siempre
que las estructuras de la cual gustan son intocables
que se puede jugar con el hambre y el chantaje impunemente

Pretenden que nos venzan nuestros temores
que perdamos esta obstinada razón de existir y de insurgir
puesto que creen que nada puede con la avasallante enajenación
alegan y afirman, seguros de lo que saben y hacen, que el daño es irreversible
Tratando de justificar el Capitalismo
se valen y se atreven a defender la destrucción
de lo diverso, de lo social y cultural, de lo ambiental y lo afectivo
para estrenar el mayor producto que se esconde en el mierderal de esta ciudad
que se devuelve en tragedias, violencia, asesinatos, injusticias e intransigencias

Hay quienes se erigen en imprescindibles
se mojonean con la fama
se le van los humos a la cabeza
y empiezan a acaparar espacios
a marcar territorios como aquellas mentes básicas
esas que tienen los perros cuando levantan la pata y orinan

Mentes y limitados imaginarios
que solo buscan perpetuar marginalidades
que levantan barreras y obstáculos a la evolución de la conciencia
que tratan por todos los medios de detener estados evolutivos en la gente
para que termine de abandonar las lógicas que la hizo esclava
eso que le vino en capsulas
un chip de comportamiento y de programación
que inocularon en nuestros huesos y en nuestro cerebro

Dándonos cuenta de todo esto y del gran engaño
ya nadie de nosotros debe temer caer en el intento
de transformar el todo que nos ha sido negado
de refundarnos y quitarnos las vendas de la mentira
porque convencidos de que solo somos un susurro en el tiempo
no perderemos nada, puesto que no poseemos ni somos dueños del Universo
nuestra vida es un instante de tiempo que se ensaya y se entrega
es un instante de tiempo que se siembra
que solo anda en búsqueda de lo sublime
una caracola en kanto de ternuras
un vínculo con la tierra…

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