viernes, 30 de abril de 2010

LA CULTURA COMO FUSIL INSURGENTE DE LIBERACIÓN


Ya no es posible seguir cometiendo los mismos errores, o los mismos caprichos o gustos, o pareceres, o subjetividades enajenadas, enfoques limitados, parcializados o fragmentados, que guían la direccionalidad de lo que tiene que ver con el eje Cultura, que a su vez esta interrelacionado con Ambiente, Comunicación, Educación y Artes.

Por una parte, como Poder Popular, como gentes que saben cuales son sus deberes y responsabilidades desde este frente que tiene que ver con la cultura, seguiremos con una visión insurgente del arte, con un enfoque en la cual el arte como parte de la cultura, y la cultura misma, no se limite ni se pierda en museos y otras tantas parcelas que el rostro capitalista de las bellas artes tiene reservado en nuestro país, al talento y a la creatividad comprometida con la revolución, y la capacidad para crear e impulsar lo distinto, que definitivamente rompa los cercos de la costumbre, y de los prejuicios que heredamos de la vieja sociedad putrefacta, y que como sublime mariposa vuele al encuentro de lo nuevo y a la evolución de la conciencia que nos permita refundarnos como pueblo y como gentes.

Desde nosotros, desde abajo, la Cultura será un fusil insurgente, a pesar de que hallan ministros que miren el hecho cultural para seguir haciendo bodegones, mirar ventanas o llenar museos.

Desde nosotros, la Batalla Cultural será para que cada aporte que surja desde lo más profundo de nuestros andares y reflexiones, sea para derrocar al Mc Donald y reivindicar la Arepa, para boicotear Coca-colas y tomar jugos naturales, para desplazar lo que nos viene hecho, empaquetado en nombre de las transnacionales, y retomar aquellas cosas que podamos hacer con nuestras propias manos.

Desde la visión en la cual estamos inmersos, la Cultura no será espejo de la exhibición y de la promoción de consumo, tampoco será la publicidad en donde salga la demagógica sonrisa de un alcalde, el logo corporativo de alguna institución, ya sea esta pública o privada. La Cultura es el reflejo del nosotros, es el reflejo del pueblo, tal como es, con sus virtudes y defectos, con su música, con sus tinajas de barro, con sus collares, con su teatro, sus bailes, con sus símbolos ancestrales sintiéndose en todas partes y de diversas maneras, es la expresión de lo que somos como pueblo, de lo que queremos decir y expresar, desde nuestros referentes históricos, es la conciencia colectiva que se manifiesta sin pedir permiso y que construye y va forjando su propia liberación.

En este Bicentenario, todo lo que hagamos debe estar en el campo de la batalla, y entre otras cosas, tiene el imprescindible acto de comunicar y de desafiar a los enemigos de la Revolución Bolivariana, no debe quedarse por tanto en museos, ni esperar a decorar salas, salones o eventos, o esperar reconocimiento de “ilustres” representantes de las bellas artes, que pareciera que detentaran las políticas de Estado, obstaculizando por lo tanto una verdadera REVOLUCIÓN CULTURAL.

El fusil de la Cultura como insurgencia libertaria, que transgrede la simbología del capitalismo y la desplaza por nuevas simbologías y lenguajes propios que parten de lo ancestral, del proceso socio-cultural de la localidad, del barrio, la comunidad, del hacer cotidiano en transformación y Revolución permanente, enfoque en la cual se conjuga el cambio estructural de la sociedad a través de la superación de la transculturización y la concreción de la DESCOLONIZACIÓN de la sociedad.

Un enfoque de la CULTURA que engloba todo, y no se atasque en el concepto fragmentado, limitado a lo artístico por lo artístico, un enfoque que conjuga ciencias-técnica-antropología-etnología-sociología-educación-agroecología-ambiente y por su puesto “artes”…

Hasta ahora si bien ha habido una política de inclusión en la Política Cultural del Estado, se necesita ir más allá, radicalizar al máximo lo que significa enaltecer, valorar, apreciar, impulsar y difundir NUESTRA CULTURA, que se convierta en la conciencia de cada venezolano, en una barrera frente a los elementos invasores del libre mercado, y no permita que posturas ambiguas se cuelen por allí, y le den más ventajas de las que ya posee la oposición en contra de nosotros.

El bombardeo mediático de quienes pretenden destruir la Revolución Bolivariana viene acompañada de una sistemática y bien preparada industria cultural, lo que nos lleva a plantear que desde nuestras posibilidades como pueblo y como gentes, debemos crear lo que en paralelo pueda derrocar esa maquinaria, para lo cual necesitamos ver integralmente, actuar integralmente, y desde una direccionalidad que tenga como punta de lanza NUESTRA CULTURA, lo que SOMOS, y no los caprichos personales o las subjetividades de cualquier carajo que pase por un cargo o ministerio, o las modas que se suceden en el marketing y el entretenimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario