Cuando vas por la autopista y pasas por el lado de una refinería, lo primero que notas es el aire contaminado, es aquello un gas que se prolonga a toda la redonda y miras ese pocotón de tubos, de mangueras, tuberías, cilindros y válvulas, y te dices: ese es el esqueleto de la sociedad industrial, de la cual tanto hablan y se vanaglorean de "desarrollo", un paisaje de tripas artificiales al aire, grandes tanques y torres, la historia de la humillación de la madre tierra, la negación del futuro a cambio de secuelas ambientales, cicatrices que tomarán siglos en sanar...
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