Muchas veces nos damos cuenta que cuesta conformar comunas, que al pueblo se le hace difícil entender cómo es eso de vivir en comuna, que están en construcción dicen unos, que no se tiene el espíritu de comuna dicen otros, y es que tiene que ser difícil cambiar un metabolismo social que viene de un siglo acostumbrado a la renta petrolera, al pasado IV republicano, del facilismo y la actitud cómoda de esperar ya todo hecho por el Estado, a una nueva concepción comunal-comunitaria donde la gente tiene que construir un desarrollo endógeno local, donde el autoabastecimiento, la autogestión y el autogobierno son las bases fundamentales de la sociedad que queremos; ya lo decía Simón Rodriguez cuando intentaba desde su proyecto de Educación Popular conformar una Escuela Social que a su vez fuera la comuna:
“Las luces adquiridas sobre el arte de vivir, dejan entrever que las sociedades pueden existir sin reyes y sin congresos”
En Realidad el proyecto del maestro era el de establecer un Estado Comunal a través de la educación, una escuela anticolonialista y generadora de una economía social, Simón Rodriguez ya visualizaba que en su época se estaba instaurando el Estado Burgués luego de las guerras de independencias y del derrocamiento del feudalismo y el régimen monárquico que dominaba para aquel tiempo, y a quienes describía de la siguiente forma:
“La divisa de las monarquías es…Erudición y habilidades, profesiones y oficios…en tumulto. Privilegios, herencias y usurpaciones”
Nosotros pudiéramos establecer una comparación con el ahora, con el modelo educativo que se masificó en todas las geografías bajo la llamada “Escolaridad”, y pudiéramos llegar a la conclusión de que es exactamente lo mismo, en aquella ocasión para formar los súbditos de los Reyes y en esta oportunidad para formar a los súbditos del capital. Los burgueses lo que hicieron fue crear más especializaciones que fueran funcionales de acuerdo a su modelo de fábricas y economía industrial, para lo cual inventaron las categorías de las “profesiones”, segmentando y fraccionando tanto los conocimientos como a las sociedades.
La idea de Rodriguez frente a lo que ya avizoraba se trataba de construir como alternativa descolonizadora un modelo endógeno mediante comunas-escuelas, y es allí entonces donde viene la idea de Toparquía:
“Ojalá cada parroquia se erijiera en TOPARQUÍA, entonces habría CONFEDERACIÓN, el gobierno más perfecto de cuantos puede imaginar la mejor política, es el modo de dar con el pié al despotismo”
De allí que para tener una República autogobernante en comunas, el maestro señala una serie de metodologías para llegar a tal fin, estos eran emplear nuevos medios, distintos a los que la costumbre colonial tenía aún en la conciencia de la gente, de allí la necesidad de pensar y de inventar, no meramente copiar o imitar como se hace ahora…Simón Rodriguez no separa Economía de Educación como se suele hacer en la subdivisión del saber y de las disciplinas, pero el hecho de que hasta ahora no se haya tomado en cuenta su propuesta económica a través de las escuelas, se debe al hecho de que el discurso de Rodriguez es un discurso profundamente hiriente para los poderes constituídos.
Se trataba de que a través de su proyecto de escuela se formaba el nuevo repúblicano, el ser social y el GOBIERNO COLECTIVO, se trataba de que los pueblos a través de las escuelas-comunas pudieran producir lo que necesitaran, por lo cual ello constituía una liberación de los grupos económicos de poder, que eran a su vez Oligarquía gobernante y terrateniente usufructora de tierras.
La Educación integral planteada por Rodriguez sería al mismo tiempo la combinación de 4 ejes: Educación mental, moral, física y Social, de allí que establece al mismo tiempo que la instrucción debía ser paralelamente y no fragmentada, una instrucción social, corporal, técnica y científica, porque estaba convencido que:
“No hay LIBERTAD donde hay AMOS, ni PROSPERIDAD donde la CASUALIDAD dispone de la suerte social”
Por eso decía que un ser sin conocimientos no salía de la esfera de los brutos, y sin conocimientos sociales era esclavo.
Las Escuelas-comunas del maestro Simón Rodriguez tendrían Albañilerías, carpinterías y herrería, porque con el conocimiento de estas artes prácticas se abastecía la comunidad de muchas cosas que necesitara y porque además “con tierras, maderas i metales se hacen las más de las obras i las manufacturas” y porque otras materias o ciencias necesitan del trabajo de estos oficios útiles para desarrollarse o mantenerse. De allí que Maestranzas (talleres de aprendizaje y de producción local) y Escuelas Sociales serían los pilares que sostendrían la Toparquía y la economía comunal-endógena. Las comunidades tendrían sus propios ingresos y presupuestos dado que a través del proyecto construirían su propia autonomía, ya imaginaba el maestro que:
“De la ciudad i de los Pueblos vecinos, pedirían muebles nuevos…reparación de los viejos…piezas de herrería i de construcción para sus casas…y muchas cosas de las que se traen de Europa, con lo que se ganaría, en hechuras, ahorraría el colegio, en 2 años, una gran parte de sus gastos…por lo menos, la manutención de maestros y aprendices…”
Sin embargo, para establecer las bases de una economía comunal a través de una escuela productiva y que al mismo tiempo uniera teoría y práctica a través del trabajo, pero además direccionado a formar y a darle forma un país, el maestro no descuida lo que tiene que ver con el espíritu comunero, de crear un espíritu comunero para generar nuevas costumbres que le permitieran a las gentes gobernarse de una manera distinta, que la gente aprendiera a pensar para ser libre, en donde en todo gobiernen LOS PRINCIPIOS SOCIALES, no los caprichos o la voluntad de uno o de cualquiera, he allí que construir una REPÚBLICA significaba la combinación de las virtudes sociales para vivir y existir en base al BIEN COMUN, es decir en el pensamiento y las acciones que se diriguieran hacia el bien colectivo.
!Excelente y muy bien sintetizado el análisis que hacen ustedes sobre la postura anticolonialista del maestro Simón Rodríguez¡ De verdad que estoy profundamente impresionada. No pierdo la esperanza de que algún día nuestras regiones se conviertan en un sin fin de toparquías que por su carácter autosustentable nos permitan sacurdirnos de una vez por todas la bota imperial que tanto daño le ha hecho a nuestros pueblos.
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