Existe algo que pareciera como un tapón, cantan ópera por allí los eruditos de las cortes y de las nostalgias aristocráticas, pocos crean, muchos copian, es tan fácil irse por las veredas más cómodas y senderos trillados, que tener que afrontar como los valientes lo que se hace en el camino, admiran alcantarillas niuyorquinas o cloacas vienesas, creen que es algo acaso sublime, sienten en cambio desdén por la cultura local y así creen que los nórdicos son "exitosos" y nosotros, por añadidura, un desastre y un fracaso, eso si, se aprovechan de todo lo que les puede ofrecer este país como buenos mineros y comerciantes peseteros, para salir como ratas cuando dejan todo como un cascaron vacío, son indolentes a los sacrificios, desprecian el trabajo físico y se jactan de emitir lo que piensan del trabajador o del obrero, burlándose de la gente sencilla que trabaja, haciendo comentarios tan ruines como el denigrar por el "olor metálico" que les impone esta modernidad, a quienes construyen y levantan con el sudor, esas casas y todo este medio urbano que vemos...
No existe para estas sabandijas siquiera el agradecimiento, es sencillamente un sector de la población que realmente es basura perfumada y vestida, a la expectativa de lograr "exitosos" negocios.
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